La enseñanza de la lectura en Europa: Contextos, políticas y prácticas
es un importante estudio elaborado por la red Eurydice para la Comisión
Europea. La Red Eurydice analiza y ofrece información sobre los
sistemas y políticas educativas en Europa. abarca 31 países (todos los
Estados Miembro de la Unión Europea, Islandia, Liechtenstein, Noruega y
Turquía). Es la primera vez que un estudio paneuropeo ofrece una visión
global de la enseñanza de la lectura e identifica algunos factores clave
que influyen en la adquisición de la competencia lectora entre los 3 y
los 15 años.
El estudio trata cuatro temas clave:
enfoques didácticos,
solución de dificultades de lectura,
formación del profesorado,
promoción de la lectura fuera de la escuela.
Del estudio merecen ser destacados especialmente estos aspectos:
En 2009, aproximadamente uno de cada
cinco alumnos de 15 años de la Unión Europea tenía dificultades
lectoras. Solo en Bélgica (Comunidad Flamenca), Dinamarca, Estonia,
Polonia, Finlandia y Noruega el índice de alumnado con bajo rendimiento
es del 15% o menor.
Por esta razón, los países de la Unión acordaron reducir el porcentaje de alumnos con baja competencia lectora a menos del 15% en 2020.
Las directrices que establecen los currículos nacionales son, en general, apropiadas:
diversificar los materiales de lectura, enseñar diversas clases de
estrategias, fomentar el interés del alumnado por la lectura (por
ejemplo, mediante el aprendizaje cooperativo basado en textos, que
permite que los alumnos lean y discutan sobre los mismos textos),
involucrar al alumnado en debates sobre experiencias comunes de lectura y
sobre las características específicas de la literatura etc.
La atención debería dirigirse a su implantación por parte del profesorado.
Aunque actualmente la mayoría de los países europeos cuenta con políticas específicas de fomento de la lectura, éstas pocas veces van dirigidas a los grupos con mayor riesgo de tener dificultades lectoras, como por ejemplo los varones o los niños inmigrantes o procedentes de hogares desfavorecidos.
En pocos países existen especialistas en lectura
en los propios centros educativos que puedan apoyar a los profesores y a
los alumnos en ese ámbito. Las tareas de estos especialistas, donde los
hay, son, por ejemplo: evaluar y hacer el seguimiento de las
competencias de los niños y niñas y de su progreso en lectura,
escritura, ortografía y expresión oral; evaluar las dificultades
lectoras del alumnado en edades tempranas y diseñar y llevar a cabo una
intervención intensiva adaptada a cada alumno que les permita ponerse a
nivel del resto del grupo; ofrecer apoyo al profesorado del aula en
distintas tareas: diagnosticar las capacidades lectoras del alumnado;
proporcionar apoyo docente en forma de tareas individualizadas y uso del
tiempo; ofrecer orientación y asesoramiento; y diseñar organizaciones
flexibles.
Un aspecto clave para la enseñanza de la lectura es que el profesorado sea capaz de adoptar un papel reflexivo frente a las dificultades en lectura y su práctica docente. Por ello necesita recibir una formación inicial y una formación continua adecuadas, que
les proporcione unas bases sólidas para desempeñar su papel con un
enfoque reflexivo y de investigación-acción. Pero los modelos de
formación continua más fructíferos a largo plazo, como la realización de
investigaciones o la creación de redes, son menos habituales que los
cursos o talleres cortos aislados.
http://blog.leer.es/la-ensenanza-de-la-lectura-en-europa-contextos-politicas-y-practicas/
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